El espacio grupal es de una profunda riqueza. A través de distintas consignas y técnicas se comparten experiencias, reflexiones y logros, se ponen en acto los temores, se analizan las conductas y se internalizan los cambios producidos en la persona por la incorporación de nuevos hábitos. La posibilidad de expresar la experiencia personal, así como la escucha atenta y respetuosa, fortalecen la decisión de cambio.